«Pretender que el cambio climático no es real no hará que desaparezca» Debemos tomar acciones. Esta es la realidad que debemos aceptar:
El cambio climático es una realidad a la que ya nos estamos enfrentando. Veamos las consecuencias que este suceso tendrá en la Tierra a corto, medio y largo plazo si no actuamos ya para detenerlo.
El derretimiento del hielo del Polo Sur está provocando ya un aumento del nivel del mar.
Los océanos y mares están absorbiendo, cada año, unas 2.000 millones de toneladas de dióxido de carbono más de lo que deberían.
Los glaciares son masas gruesas de hielo presentes en la superficie terrestre. Y todos los del mundo, desde los de la Antártida hasta los de Alaska, pasando por los de Argentina, han sufrido notorios retrocesos. Debido al calentamiento global, se están derritiendo, con efectos visibles a simple vista. Y esta llegada de agua procedente de su derretimiento a los océanos es lo que provoca el incremento del nivel del mar.
Una de las peores consecuencias a nivel ecológico. De acuerdo a la ONU, cada año desaparecen de la Tierra entre 18.000 y 55.000 especies debido al cambio climático y a las alteraciones en sus ecosistemas y cadenas tróficas. Cada hora que pasa, 3 especies se extinguen.
Debido a la desestabilización climática, los ecosistemas terrestres son lugares cada vez más secos. La falta de lluvia provoca sequías, lo que lleva a que los organismos fotosintéticos (como las plantas) no pueden instaurarse en ellos o que desaparezcan, lo que impide que se forme una cadena trófica en ellos. La Tierra es cada vez un lugar más desértico.
Una de las consecuencias más evidentes. El hielo de la Tierra, debido al calentamiento global, se está derritiendo. El hielo ártico, el del Polo Norte, se está derritiendo a una velocidad de casi 300.000 millones de toneladas por año. Y aunque, como hemos visto, al ser hielo flotando en el mar, no provoca un aumento en su nivel, la llegada de tanta agua sí que desestabiliza (y desestabilizará más) el equilibrio de los océanos.
¿Es casualidad que haya más olas de calor que nunca? ¿Es casualidad que casi todos los récords de altas temperaturas se hayan dado en los últimos cien años? ¿Es casualidad que haya habido, de forma global, un aumento del número de muertes producidas por las altas temperaturas? No. No lo es. La Tierra es cada vez un lugar más caliente. Y no solo porque la temperatura global esté aumentando a un ritmo de 0,2 °C por década, sino que, desde 2014, cada año está entre los más calurosos registrados en la historia. Cada vez hace más calor.
En relación con lo que comentábamos de la desertificación de ecosistemas, una de las principales consecuencias (y evidencias) del cambio climático es que, especialmente en el sur y centro de Europa, cada vez hay más periodos de sequía. El cambio climático se manifiesta con una disminución de las tasas de precipitación. Y sin lluvia, hay sequía, con todos los efectos que esto tiene en la sociedad humana.
Romper el equilibrio entre atmósfera, litosfera e hidrosfera ha provocado que cada vez haya más eventos meteorológicos extremos. Las inundaciones, huracanes, tormentas, lluvias torrenciales, vientos muy fuertes, olas de calor, etc, son consecuencia directa del cambio climático. Y tanto su incidencia como intensidad solo harán que ir en aumento.
El efecto conjunto de sequías y eventos meteorológicos extremos afectará directamente a la actividad agrícola. Y esto no solo hará que los alimentos y materias primas sean más caros para los consumidores, sino que puede poner en peligro la vida de las personas de países en vías de desarrollo que dependen de lo que cultivan para sobrevivir. Y ya sabemos en lo que deriva la hambruna.
El incremento global de temperaturas hace que muchas infecciones se propaguen de forma más rápida, pues la mayoría de gérmenes (especialmente aquellos que se transmiten a través de alimentos y aguas, pero también los que se transmiten por insectos) prefieren temperaturas templadas cercanas a las de nuestro cuerpo.
Esto no solo hará que aumente la incidencia en países tradicionalmente afectados por enfermedades como la malaria o el dengue, sino que estas lleguen a zonas donde tradicionalmente no había habido casos. Se están observando ya alteraciones en la distribución de muchas enfermedades infecciosas transmitidas por el agua.
Puede parecer frívolo hablar de economía después de ver todo lo que hemos visto, pero es necesario. Y es que no olvidemos que la economía es, al final, salud. El cambio climático provocará enormes pérdidas tanto en la agricultura (por las sequías) como en el turismo (por la pérdida de hábitats naturales), por no hablar de los costes asociados a inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos que sufriremos cada vez con mayor frecuencia e intensidad.
Otra de las consecuencias del cambio climático es que la nieve continental, aquella que se encuentra en zonas de montañas más o menos alejadas de los polos, cada vez se derrite antes y en mayor cantidad. Esto es especialmente notorio en el hemisferio norte, pues la nieve en esta región se derrite mucho antes de lo que lo hacía normalmente y la cubierta cada vez abarca una región más pequeña.
Una consecuencia (y evidencia) clara es que cada vez hay menos récords de bajas temperaturas. Mientras que en los últimos cien años se han dado casi todos los récords de altas temperaturas, prácticamente nunca se ha registrado, en el último siglo, un récord de baja temperatura. La Tierra cada vez es menos fría y más caliente.
No solo se calienta la atmósfera. Y es que otra de las más importantes consecuencias, por todos los efectos que tiene en el equilibrio oceánico y marítimo, es el calentamiento del agua de los océanos. Estos ecosistemas marítimos absorben gran parte de la energía calorífica (que ha aumentado por el efecto invernadero), así que están absorbiendo cada vez más calor. Esto ha hecho que, en los primeros 700 metros de la columna de agua, la temperatura haya aumentado, en los últimos 40 años, unos 0,2 °C. De nuevo, puede parecer anecdótico, pero de seguir así, las consecuencias para la vida marina pueden ser devastadoras.